Rinopastia de revisión
Esta intervención se conoce como nariz secundaria, rinoplastia secundaria o rinoplastia de revisión. Las causas por las que un paciente puede acudir a consulta para la revisión de una primera Nariz Secundaria pueden ser entre otras que no haya quedado satisfecho con el resultado, que durante la intervención se generen problemas en la estructura de soporte de la nariz, que el paciente no respire correctamente o que se hayan padecido traumatismos posteriores a la cirugía. La consulta más frecuente está relacionada con la forma de la nariz obtenida luego de la cirugía.
La cirugía plástica no es una ciencia exacta y en algunos casos puede ser necesaria una segunda intervención para mejorar los resultados. Sin embargo, el paciente debe otorgar a su organismo el tiempo necesario de recuperación antes de decidirse a una segunda intervención. Sólo hasta después de un año pueden observarse los resultados definitivos de una rinoplastia.
Aun así, las expectativas del paciente frente a una nariz secundaria suelen ser muy altas. En la persona se genera el deseo de una mejoría que ha sido alentada por las perspectivas positivas que deben tenerse en torno a la intervención de una parte del rostro. Cuando frente a esta suposición, -que debería ser lo más realista posible-, se obtienen resultados distintos a los esperados, y a esto se le suma la recuperación natural del organismo, pueden surgir una mezcla de sentimientos encontrados que llevan al paciente a un estado de ansiedad o inquietud del ánimo. El galeno calificado es consciente, reconoce y considera esta situación porque afecta la percepción que el paciente posee de sí mismo, sensación aumentada por la cirugía.
Los defectos resultantes de una rinoplastia generalmente están relacionados con una desigualdad importante o simetría ya sea en la forma o posición de las fosas nasales, en la punta de la nariz, pinzamiento exagerado o por una corrección excesiva del dorso nasal, generalmente como consecuencia de una resección excedida. Para los pacientes es molesto el hecho de que la nariz se vea demasiado operada “surgical look”, cuando lo ideal sería que la nariz tuviera una apariencia natural. En otros casos, la cicatrización se ve alterada y surgen deformidades o asimetrías.
Cualquiera sea la situación, el paciente debe saber que una revisión es una intervención aún más compleja que la primera porque el médico se enfrenta, por lo general, a un panorama incierto que requiere una reconstrucción cuyo resultado debe coincidir en brindar mejoría estética y funcionalidad respiratoria.
Algunos pacientes no acuden al mismo cirujano que realizó la primera intervención porque existe la creencia de que el médico realizó un mal trabajo. Lo ideal sería que la revisión la realizará el mismo médico, -si se trata de un cirujano calificado en rinoplastia de revisión-, ya que sólo él sabe cómo se desarrolló la cirugía inicial y resolvería mejor un segundo abordaje quirúrgico.
La rinoplastia secundaria o de revisión posee distintos grados de dificultad. Algunos pacientes sólo requieren correcciones menores mientras en otros es necesario reconstruir mediante injertos autólogos (del mismo paciente) tomados del cartílago de la oreja, del tabique o de la costilla. Además para ciertos pacientes puede tratarse de la tercera o cuarta intervención a la que se someten tratando de solucionar un problema.