¿En qué consiste la revisión de cicatrices?
Las cicatrices suelen mejorar por medio de la revisión de cicatrices.
La mayoría de las cicatrices pueden ser mejoradas en cuanto a su apariencia mediante un cambio de dirección, alargamiento o espaciamiento. En algunos casos pueden ser necesarios los injertos cutáneos cuando la piel ha sufrido extirpación y han quedado amplias zonas de cicatriz retráctil.
Una cicatriz solamente debe ser revisada cuando ha madurado lo suficiente, de lo contrario se estaría interrumpiendo el proceso de cicatrización natural de la piel. Una cicatriz roja, endurecida y de aspecto desagradable muestra síntomas de no haber madurado ni completado su ciclo de cicatrización. En contraste, una cicatriz que se ha ablandado, ha perdido color y se ha aplanado ofrece las condiciones para ser mejorada.
La mayoría de tratamientos en la revisión de cicatrices puede hacerse bajo anestesia local y régimen ambulatorio.
Las cicatrices en el rostro causadas por accidentes o intervenciones quirúrgicas pueden ser mejoradas mediante una cirugía cuidadosa y bien planeada.
El paciente que acude al cirujano plástico para corregir una cicatriz, es con seguridad alguien que ve afectada la imagen o la función, y considera que tiene un problema que solucionar.
La cirugía plástica facial contempla el abordaje de las cicatrices como una forma de “minimizar” o “camuflar” una lesión cutánea, más no como un método para desaparecer.
Es frecuente la consulta para tratar de reformar una herida que ha sanado adecuadamente y que perjudica la apariencia estética.
Cuando una cicatriz es la consecuencia de una lesión o desgarro del tejido epitelial, es decir cuando es accidental, la piel reacciona rellenando la herida con tejido fibroso, razón por la cual una cicatriz tiene una textura distinta a la de la piel (tejido cicatrizal), y se hace evidente. Otras lesiones afectan algo más que la imagen; pueden limitar el movimiento de los músculos faciales y afectar los tejidos de tal forma que la cirugía se hace imperiosa para recuperar la función.
Así mismo, una cicatriz como resultado de una cirugía puede convertirse en una cicatriz queloide o hipertrófica que puede tornarse de un color más oscuro que el resto de la piel, y que generalmente presenta rebordes o nudos.
La cirugía se presenta como un procedimiento para mejorar la apariencia de estas lesiones, rehabilitar o corregir una desfiguración. El médico cirujano facial pone todo su empeño en hacer que la nueva cicatriz se camufla en las líneas que forman algunas arrugas.
Él podrá diagnosticar qué tanto es posible hacer para mejorar una cicatriz, según la posición en que esté, tamaño, profundidad, tejidos que se hayan afectado, edad de la persona, pigmentación y calidad de la piel, entre otros aspectos. Según la localización de la lesión podría utilizarse anestesia local, sedación intravenosa o anestesia general.