La mayoría de mujeres que han culminado el proceso de gestación y han dado a luz pueden observar cambios evidentes en su cuerpo. Ser madre es una experiencia maravillosa, sin embargo el embarazo deja huellas que son difíciles de modificar con ejercicio o terapias alternativas.
La Dra. Nieto como mujer y como madre puede entender sus sentimientos como cercanos. En esta consulta la Dra. Nieto evaluará la condición física y tomará medidas generales. Luego de un minucioso examen físico, la doctora le sugerirá los cambios que cree convenientes.
Los tratamientos más solicitados están orientados a mejorar el aspecto y posición de las mamas y el abdomen, ya que la paciente puede presentar laxitud significativa en sus senos y algún grado de sobrepeso, no obstante, los tratamientos más solicitados son:
Tratamiento en senos postparto
Abdominoplastia
Umbilicoplastia
Estrechamiento vagina
Reducción cintura
Lipoescultura
Liposucción espalda
Lipoinyección
Braquioplastia
Definición de glúteos
Reducción monte de venus
Durante el embarazo, las paredes elásticas del útero se estiran para albergar al bebé y permitir su gradual crecimiento. A medida que el útero crece, los tejidos abdominales ceden y la piel puede desarrollar estrías. Las estrías ocurren como consecuencia de la ruptura de las fibras del tejido conjuntivo por excesivo estiramiento. Estos efectos se hacen evidentes en la epidermis. Es así como la mujer puede observar la formación de unas finas marcas de color rosado inicialmente, que luego se tornan blanquecinas.
Las estrías se localizan particularmente en la región del vientre, pero pueden aparecer en caderas, nalgas, piernas, muslos, brazos, espalda y senos.
Cambios físicos: peso y flacidez
Además de las estrías, en el postparto se observa laxitud o flacidez de la piel, principalmente en la zona del abdomen. La mujer sufre múltiples cambios durante el embarazo, pero los que más le preocupan son la abundancia y flacidez de la piel y el exceso de peso. En muchas mujeres los cambios hormonales provocados por el embarazo ocasionan ganancias significativas en peso.
Una ganancia de 10 a 11 kilos de peso para el final del embarazo es lo ideal, pero un rango de 10,5 a 15 kilos es lo normal para la mayoría de mujeres. Una obtención inferior a 9 kilos podría significar un bebé de bajo peso al nacer, razón por la que la madre no debe en ningún momento limitar en extremo su alimentación. Para aquellas mujeres que han aumentado mucho más de 15 kilos, la reducción podría ser más lenta o necesitar de tratamiento. Además, otros factores como el peso pregestacional (el que se tiene al momento de quedar en embarazo), la retención de líquidos y el tipo de alimentación son determinantes en la ganancia de peso para el postparto, sumado esto por supuesto al peso del bebé.
Algunas mujeres durante el embarazo desarrollan depósitos grasos en algunas partes del cuerpo como caderas, nalgas, abdomen y cintura.
Es muy frecuente, particularmente en pacientes multíparas, que los músculos abdominales tiendan a separarse y la piel abdominal presente flacidez. Estos acúmulos grasos junto con la ganancia normal de peso y la aparición de estrías conforman un cuadro problemático para la mujer. Adicionalmente, los senos se han preparado durante toda la gestación para la lactancia, así es como en los momentos posteriores al alumbramiento y gracias a la succión del bebé, los senos producen la leche materna. Algunas mujeres se sienten más atractivas durante la lactancia, especialmente aquellas con poco volumen en los senos, ya que los senos están firmes y rebosantes por la lactancia. No obstante, otras mujeres se sienten incómodas por el aumento en el volumen de sus senos.
Debido a estos cambios en la maternidad y con el destete el volumen de los pechos se reduce y al retornar a su condición normal tienden a perder forma y caer. Esta transformación produce laxitud o flacidez y pérdida de turgencia. Entonces las estrías que hayan podido formarse durante el embarazo se hacen más evidentes. Recientes estudios concluyen que lo que causa el daño en los senos no es el hecho de la lactancia, sino entre otros factores como la edad y el número de embarazos, es el brusco cambio de peso que experimenta la mujer lo que provoca las modificaciones en los pechos.
Es importante que la paciente entienda que toda mujer debe ganar peso con el embarazo, incluso aquellas que inician el embarazo con sobrepeso. Generalmente, el médico obstetra indica a la embarazada una dieta a seguir y controla su peso durante todo el proceso de gestación. Aun así, será natural esperar una ganancia de peso considerable la cual puede ser tratada mucho después de dar a luz. Aunque la mujer puede experimentar sentimientos de frustración al verse al espejo, también debe observar que la lactancia le ayudará significativamente a reducir de peso y recuperar la forma. Esto se debe a que la producción de leche consume las calorías que toma de los depósitos grasos del cuerpo. Así que sería equivocado realizar un tratamiento tempranamente sin darle tiempo al organismo para que se ajuste nuevamente a sus condiciones de normalidad.
La madre deberá esperar un tiempo prudencial antes de decidir cualquier tratamiento.
Es posible que ciertas condiciones hormonales persistan, el útero sufrirá el proceso de involución para retornar a su posición normal y además el organismo recién estará regresando a las condiciones anteriores al embarazo. Por lo tanto, es recomendable esperar a que el organismo se regularice.
* Preocúpese únicamente por su bienestar y el de su bebé.
* No se apresure a bajar de peso. Recuerde que su organismo posee la capacidad para retornar a la normalidad de manera pausada y saludable.
* Siga una alimentación balanceada que le permita afrontar la lactancia y este exigente periodo de la maternidad.
* La lactancia le ayudará a bajar de peso. Preocúpese por atender la alimentación de su bebé, mientras reduce talla.
* Es natural que se sienta algo melancólica, en parte por ver los cambios en su cuerpo. Pero piense que usted acaba de posibilitar la vida de un ser humano. Ha sufrido múltiples cambios y se está enfrentando a otros nuevos. Esta etapa es parte del proceso de su recuperación y todas las madres logran recuperarse y regresar a sus actividades normales.
* Preocúpese por su bienestar. Usted deberá estar en óptimas condiciones si desea someterse a un tratamiento postparto.
* Abstenerse de consumir productos para bajar de peso que puedan poner en riesgo su salud o ser desfavorables para un posterior tratamiento.
* Algunos medicamentos que se venden comercialmente como “saludables” o “naturales”, que provocan la pérdida del apetito, son anorexígenos cuyo uso es restringido y puede provocar alteraciones en el sistema nervioso. Estas alteraciones sumadas al estado de sensibilidad de la madre acentúan la ansiedad produciendo sentimientos de angustia. Tenga en cuenta que todo lo que usted consume, incluyendo medicamentos, pasan a la leche de la madre. Si usted está lactando sería riesgoso que cualquier medicamento lo asumiera su bebé.
* Si su preocupación por el sobrepeso postparto le causa estados de ansiedad, por favor comuníquelo a su médico, quien seguramente le orientará hacia un tratamiento con el nutricionista o con el cirujano plástico en el momento adecuado.
Sobre pexia mamaria o mastopexia
La pexia mamaria también llamada mastopexia es la cirugía que tiene como propósito levantar y reafirmar el seno caído (ptosis), cuya piel ha perdido tono y elasticidad. Etimológicamente, el término “mastopexia” indica la suspensión de la mama, aunque en realidad quirúrgicamente sólo se logra reposicionar los tejidos.
La pexia mamaria puede practicarse a cualquier edad siempre y cuando la mujer posea buena salud, no esté en embarazo, no atraviese la etapa inmediata al postparto y haya alcanzado la madurez de sus mamas, en el caso de las jovencitas.
La mujer en etapa fértil debe entender que si se ha realizado una mastopexia y luego queda embarazada, esta nueva condición puede alterar la forma de los senos y requerir luego reajuste de las cicatrices y de la posición del seno.
Toda reducción de peso que se tenga prevista deberá realizarse antes de la operación.
Pexia Mamaria – La ptosis mamaria
El abdomen firme y plano es una característica de belleza corporal. No obstante, esta porción del cuerpo situada entre el tórax y la pelvis es la que con mayor frecuencia sufre las consecuencias de los cambios hormonales, el embarazo, una alimentación inadecuada o el aumento de peso. Las constantes alteraciones por estiramiento y retroceso de la piel provocan deterioro de los tejidos, y por consiguiente, recuperar el tono y la elasticidad del tejido cutáneo del abdomen puede ser difícil. Para muchos pacientes que infructuosamente han intentado mejorar su vientre la abdominoplastia puede ser la solución.
La abdominoplastia o cirugía de abdomen es un procedimiento quirúrgico estético de orden mayor que remodela el área del abdomen bajo y medio, tronco y cintura, al mismo tiempo que tensa los músculos de la pared abdominal. La abdominoplastia permite el acceso a la línea media de los músculos abdominales para unirlos y tensarlos. Está indicada particularmente en pacientes que presentan sobrecarga abdominal y exceso cutáneo importante.
Dra. Claudia Nieto González
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