Datos Generales
Este procedimiento se utiliza para mejorar altura y grosor alveolar para posteriormente colocar implantes dentales.
El propósito de los injertos óseos es reconstruir los defectos que se presenten en la cresta alveolar de maxilares originados por traumas, tumores, defectos congénitos o enfermedades periodontales (hueso que soporta los dientes).
Cuando hay tiempo prolongado sin rehabilitación después de perder un diente, el hueso de soporte de este diente faltante se va disminuyendo.
El utilizar prótesis dentales removibles generan presión sobre la región en la cual no hay dientes y puede acelerar este proceso de reabsorción.
Depende de la cantidad de hueso que se necesite colocar y si se van a colocar implantes simultáneamente de 1 a 2 horas.
Depende del procedimiento que se realice puede variar de 1 a 4 días.
Local o general si el paciente lo solicita aun cuando no es necesaria.
De 3 a 5 días, en el caso que sea necesario osteointegración para la colocación del implante, este se podrá colocar de 3 a 4 meses después de realizado el injerto.
Dra. Sandra Nieto González. Cirujana Maxilofacial.
Más de 22 años de experiencia.
Los injertos óseos , son procedimientos quirúrgicos en los cuales se coloca hueso en las zonas en las cuales hay deficiencia del mismo. Estos injertos pueden ser del mismo paciente, de cadáver o sintéticos con propiedades similares a la del hueso.
Los injertos óseos faciales facilitan la reconstrucción de los maxilares cuando hay una deformidad. La pérdida de hueso es reemplazada por los injertos al rellenar el defecto.
El injerto óseo es un procedimiento que se realiza en implantología dental y tiene como fin aumentar el nivel o la cantidad de hueso en las zonas donde se ha perdido por diferentes motivos (Traumas , enfermedades periodontal).
Uno de los usos de los injertos es el cierre de las comunicaciones entre la nariz y la boca (fístula oro-nasal). Estos defectos pueden ser el producto de traumas, cirugías previas o infecciones. El injerto óseo obliterará la brecha y brindará soporte a los tejidos blandos para lograr el cierre de la comunicación.
En implantología se indican para regenerar hueso faltante y posteriormente colocar un implante dental, se asocia a la utilización de membranas de regeneración y plasma rico en plaquetas.
En cirugía maxilofacial se indican para reconstrucciones cuando se ha perdido hueso por traumas o tumores y quistes en los maxilares.
Estos injertos se pueden obtener del mismo paciente, o de un banco de hueso o en casas comerciales.
Los candidatos para realizar este procedimiento, son aquellas personas en las cuales al realizar la valoración clínica y radiográfica nos damos cuenta que no tienen suficiente altura ni espesor del hueso para colocar un implante convencional.
Los pacientes que pueden necesitar injerto por lo general han presentado pérdidas dentarias de mucho tiempo de evolución,al no tener dientes el hueso se va disminuyendo en altura y grosor.
Al no existir hueso suficiente, el proceso de colocación de implantes para una posterior rehabilitación de la función y estética dental se hace más complicado.
A nivel del maxilar superior existen cavidades en las cuales se realiza el recambio de aire, se llaman senos maxilares, en muchas oportunidades el espacio que tenemos para colocar los implantes sin entrar en este espacio es muy corta, por lo cual es necesario realiza un procedimiento llamado elevación de piso de seno maxilar, para este procedimiento es necesario injertar hueso.
1. Injerto de hueso autógeno: es cuando el hueso que vamos a utilizar es tomado del mismo paciente.
2. Aloinjerto: Cuando el injerto es de hueso humano pero proviene de un banco de hueso.
3. Xenoinjerto : Este es hueso que proviene de bovino o porcino.
4. Aloplástico: Es un material sintético, no proviene de origen humano o animal.
La función del injerto después de colocado es inducir la producción de hueso, para de esta manera después de 3 o 4 meses aproximadamente poder proceder a la colocación del implante dental.
La Dra. Sandra Nieto González realiza una cirugía para colocar hueso nuevo en los espacios ubicados alrededor de un hueso roto o donde hay defectos óseos.
Los defectos óseos son pérdidas segmentarías de hueso, posiblemente causadas por un trauma, por tumores o por infecciones.
Meekren trasplantó hueso de un perro a un hombre para restaurar un defecto en el cráneo en 1809 y pasó a la historia por ser uno de los pioneros de la realización de trasplantes de injerto autólogo óseo.
Gracias a este descubrimiento en 1878, Macewen, trasplantó con éxito un hueso alogénico en humanos abriendo unas posibilidades reales para el tratamiento de pacientes con defectos óseos. Llegando a 1891 Bardenheur continuó los estudios y realizó un injerto de hueso autólogo a la mandíbula, entonces podemos decir que los injertos óseos faciales se inician desde el año 1800. Desde ese momento, la ciencia ha avanzado vertiginosamente aunque los reemplazos óseos, aún son un problema complejo que requiere la atención de muchos científicos alrededor del mundo.
Los injertos óseos tienen la particularidad de inducir de manera natural el proceso de regeneración ósea, que ocurre a partir de estos 2 mecanismos básicos: Osteogénesis: Por ejemplo, cuando se trata de enfermedades congénitas (Anomalías presentes en el momento del nacimiento). Osteoinducción: Por ejemplo, cuando se trata de problemas de rellenar (Defectos óseos).
Este es un procedimiento que se realiza en el consultorio odontológico , bajo anestesia local se realiza una incisión se levante la encía , se realiza la colocación del injerto óseo el cual en muchas ocasiones está acompañado de membranas de regeneración y plasma rico en fibrina y se sutura.
Para este procedimiento en implantología se utiliza anestesia local ya que se realiza en el consultorio odontológico. Si el injerto es para un proceso reconstructivo por tumores o traumas se indica anestesia general.
Los injertos óseos en nariz se utilizan para reconstruir la forma del puente nasal cuando esta se ha perdido por traumas o cirugías previas o cuando se requiere para mejorar la apariencia de la nariz en una cirugía cosmética. En algunas situaciones se utilizan para reconstruir el piso nasal y dar continuidad al reborde óseo (apertura piriforme).
Autólogos: Estos injertos son tomados del mismo paciente.
Aloinjertos: A diferencia de los autólogos, estos injertos son tomados de otros individuos de la misma especie pero de diferentes genotipos, se obtienen de cadáveres, se almacenan y procesan en bancos.
Los injertos óseos faciales facilitan la reconstrucción de los maxilares cuando hay una deformidad.
La pérdida de hueso es reemplazada por los injertos al rellenar el defecto.
Si el paciente tiene algún tipo de compromiso sistémico, debe estar controlado y tomando la respectiva medicación indicada por su médico, no es necesario suspender ningún medicamento a menos que sea aspirina o algún tipo de anticoagulante, esto siempre debe realizarse bajo indicaciones del médico tratante.
Es indispensable una estricta higiene oral antes y después del procedimiento
En el consultorio previo al procedimiento se realiza un enjuague con Clorhexidina el cual es recomendable continuar realizándose unos días posterior al procedimiento.
Las primeras horas después del procedimiento consumir alimentos fríos.
No escupir.
Consumir los medicamentos indicados en la fórmula entregada por su especialista.
Alimentación líquida a blanda según indicaciones del cirujano tratante.
En lo posible asistir al procedimiento con ropa cómoda.
Asistir acompañado
Dra. Sandra Nieto González
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