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Cómo prevenir el dolor al abrir y cerrar la boca

El dolor al abrir y cerrar la boca puede ser un problema molesto y limitante que afecta a muchas personas en algún momento de sus vidas, pero existen estrategias de prevención efectivas que podemos implementar para evitar el dolor mandibular. La Dra. Sandra Nieto González te comparte algunos consejos prácticos sobre cómo prevenir el dolor al abrir y cerrar la boca: 

Técnicas de relajación

El estrés y la tensión pueden contribuir al dolor mandibular. Implementar técnicas de relajación puede ayudar a reducir la tensión en los músculos de la mandíbula y prevenir el dolor al abrir y cerrar la boca. Algunas técnicas efectivas incluyen:

  • Respiración profunda: Realizar respiraciones lentas y profundas puede ayudar a relajar el cuerpo y reducir la tensión en la mandíbula. Inhala profundamente por la nariz y exhala lentamente por la boca.
  • Meditación: Practicar la meditación regularmente puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, lo que a su vez puede aliviar el dolor mandibular. Dedica unos minutos al día para sentarte en silencio, enfocarte en tu respiración y relajar tu mente y cuerpo.
  • Yoga: El yoga combina movimientos suaves con técnicas de respiración y meditación. Algunas posturas de yoga específicas pueden ayudar a relajar los músculos de la mandíbula y reducir la tensión.

Ejercicios de fortalecimiento

Realizar ejercicios de fortalecimiento puede ayudar a mantener los músculos de la mandíbula fuertes y flexibles, lo que puede prevenir el dolor al abrir y cerrar la boca. Algunos ejercicios útiles incluyen:

  • Ejercicio de apertura de la boca: Abre la boca lentamente tanto como puedas sin sentir dolor. Mantén la posición durante unos segundos y luego cierra la boca lentamente. Repite este ejercicio varias veces al día.
  • Ejercicio de resistencia con los dedos: Coloca el dedo índice de una mano debajo de tu barbilla. Aplica una presión suave hacia abajo mientras intentas abrir la boca. Mantén la presión durante unos segundos y luego relaja. Repite varias veces.
  • Ejercicio de resistencia con una pelota de goma: Coloca una pelota de goma pequeña o una toalla enrollada entre la mandíbula superior e inferior. Aplica una presión suave para apretar la pelota o la toalla con los músculos de la mandíbula. Mantén la presión durante unos segundos y luego relaja. Repite varias veces.

Evitar alimentos desencadenantes

Algunos alimentos pueden desencadenar o empeorar el dolor mandibular. Es importante identificar los alimentos que te causan malestar y evitar consumirlos. Algunos alimentos comunes que pueden desencadenar el dolor al abrir y cerrar la boca incluyen:

  • Alimentos duros y crujientes: Nueces, caramelos duros, palomitas de maíz y otros alimentos duros pueden ejercer presión adicional en los músculos de la mandíbula y causar dolor.
  • Alimentos pegajosos: Chicles, caramelos pegajosos y alimentos similares pueden hacer que los músculos de la mandíbula trabajen más y provocar dolor.
  • Alimentos ácidos: Los alimentos ácidos como los cítricos y los tomates pueden irritar las articulaciones temporomandibulares y aumentar la sensibilidad.
  • Alimentos con alta temperatura: Los alimentos muy calientes pueden provocar inflamación y aumentar la sensibilidad en la mandíbula. Deja que los alimentos se enfríen un poco antes de comerlos.

Mantener una postura adecuada

Una postura inadecuada puede contribuir al dolor mandibular. Mantener una postura adecuada puede ayudar a aliviar la tensión en los músculos de la mandíbula y prevenir el dolor al abrir y cerrar la boca. Aquí hay algunas pautas para mantener una postura adecuada:

  • Mantén la cabeza en posición neutral: Evita inclinar o girar la cabeza hacia un lado durante períodos prolongados.
  • Mantén la mandíbula relajada: Evita apretar los dientes o apoyar la mandíbula en la mano mientras trabajas o descansas.
  • Alinea la columna vertebral: Mantén la espalda recta y los hombros relajados. Utiliza sillas ergonómicas que te brinden apoyo adecuado.
  • Evita encorvar los hombros hacia adelante: Mantén los hombros hacia atrás y relajados para evitar tensión en el cuello y la mandíbula.

Recuerda que si experimentas dolor persistente o grave, es importante buscar la opinión de un profesional de la salud, como un cirujano maxilofacial especializado en el tratamiento de la mandíbula y la disfunción temporomandibular. ¡Prioriza tu salud bucal y disfruta de una vida sin dolor al abrir y cerrar la boca! Agenda tu cita con un especialista aquí