La cirugía bariátrica permite una pérdida masiva de tejido graso. No obstante, y ya que esta cirugía supone una condición anterior de exceso de peso, es natural que posterior al tratamiento para la disminución de peso, el paciente presente descolgamientos cutáneos, faldones y flacidez general. En casi todos los casos la piel se retracta de manera insuficiente y se vuelve redundante. La cirugía busca reposicionar estos tejidos.

La cirugía postbariátrica es un conjunto de intervenciones quirúrgicas que ofrece una magnífica alternativa para que los pacientes que padecieron la obesidad y se sometieron a una cirugía bariátrica, recuperen una esbelta figura y se rejuvenezcan.
La cirugía bariátrica logra una reducción sostenida del sobrepeso en el 50 por ciento de los casos, lo que disminuye los porcentajes de enfermedades y muertes asociadas a la obesidad. Pero, dejando de lado, los innumerables beneficios que esto implica, la pérdida masiva de grasa trae como consecuencia en el 90 por ciento de los pacientes una flacidez general de la piel, manifestada en descolgamientos y faldones. Es decir, que el antiguo obeso presenta una figura delgada, pero, al mismo tiempo, da una apariencia general de envejecimiento. Además, enrojecimiento o ardor en la piel, molestias, mal olor y baja autoestima.

Como solución, aparece en el horizonte de la medicina estética la cirugía postbariátrica, que busca reposicionar estos tejidos y “engloba la totalidad del cuerpo, ya que es el tratamiento o conjunto de procedimientos que consideran cara, cintura, tronco, brazos, muslos, los senos y el abdomen con el fin de recolocar los tejidos de estas áreas”, afirma Claudia Patricia Nieto González, médico cirujana especializada en cirugía plástica, estética y reconstructiva.
Con esta intervención, que es un conjunto de procedimientos realizados por un completo equipo médico, se mejoran los siguientes aspectos, entre otros: envejecimiento facial, abdomen flácido, recreación de la zona umbilical, creación de una cintura (en mujeres) o reducción de una cintura flácida (en hombres), eliminación de piel excedente, liposucción en la espalda, y definición de glúteos y muslos.
Entre las técnicas o procedimientos aplicados, aunque no al mismo tiempo, se encuentra la ritidoplastia y la lipectomía en cinturón, también llamada abdominoplastia o tummy tuck, orientados a eliminar la piel y tejido graso sobrante, así como a reposicionar los tejidos. La lipectomia se aplica a la circunferencia de piel y tejido graso que rodea la cintura, el abdomen, los costados y parte inferior de la espalda.
Con el lifting se elimina piel y tejido graso de más, y se reposicionan los tejidos de la región torácica, en los brazos y los muslos; y con la mastopexia se levanta y reafirma el seno caído, cuya piel ha perdido tono y elasticidad. Puede implicar la utilización de prótesis o el reposicionamiento de las mamas utilizando el mismo tejido mamario.