Esta información y sus vínculos no se debe considerar un consejo médico si no ha habido una consulta en persona con historia clínica y examen físico
El hueso es un tejido vivo en constante reparación, lo cual facilita toda remodelación planeada.
En pacientes adultos, debido a que ya se ha alcanzado la madurez y desarrollo de los maxilares, un movimiento brusco o acelerado podría producir la pérdida paulatina de una o varias piezas dentales, o bien la afectación de los tejidos de soporte. Es por esto que el ortodoncista profesional selecciona el nivel de fuerza y el aparato más adecuado a su caso, de tal manera que las fuerzas sean proporcionadas, eficaces y seguras. En este sentido es importante que el paciente asista de manera puntual a los controles para aportar el debido seguimiento.
No obstante, y para prevenir cualquier riesgo, su ortodoncista actuará de manera honesta al recomendarle o desaconsejarle un tratamiento de ortodoncia. Toda intervención dependerá principalmente de las condiciones y posibilidades de los maxilares, del perfil de los tejidos blandos y de otros aspectos relacionados con los hábitos y la oclusión.
Armonía y estética
Lo que más impulsa al paciente a realizarse un tratamiento de ortodoncia es la posibilidad de mejorar la apariencía de su dentadura. En este sentido, todo tratamiento está orientado a mejorar la belleza de los dientes de manera armónica con su rostro.
Mejora el desempeño comunicativo
La mayoría de pacientes recurren al ortodoncista por cuestiones estéticas. Sin embargo, y ligado a la armonía, también se reciben otro tipo de beneficios. Muchas personas presentan problemas de pronunciación relacionados con la mala posición dentaria. La corrección de estos problemas mejora no sólo el desempeño comunicativo sino la seguridad en el paciente. De tal forma que la ortodoncia proporciona un mejoramiento funcional, la normalización de la pronunciación y el perfeccionamiento estético.
Algunos objetivos del tratamiento
Dra. Sandra Nieto González - Sociedades Miembros